sábado, 5 de noviembre de 2011

Revista Plebella nº23 - Reseña a El gruñido y otros poemas


EL GRUÑIDO Y OTROS POEMAS -Antología Poética-
Enrique Solinas, Ruinas Circulares, Bs As, 2011

Por Romina Freschi
     Entre el enfermo y el médico, entre el padre y la madre, entre el lenguaje y el ladrido, o la rosa y la espada, la memoria y el olvido, el príncipe y el mendigo solo hay un simulacro de por medio. La diferencia no se zanja, no existe, todo es siempre a dos aguas, un arma de doble filo que solamente oculta lo inocultable, simula lo indisimulable: no hay verdad posible: la vida no es lo que parece: la realidad es irreal: No hay rosa, no. /La realidad es espejismo.
     Tal nostalgia o lamento recorre gran parte de El gruñido y otros poemas , reciente y necesaria antología de la obra de Enrique Solinas, por la incipiente editora Ruinas Circulares. El libro se compone, como bien indica su título, de El Gruñido , segundo libro agotadísimo del autor, publicado en 1997, y una selección de sus demás libros: Signos Oscuros (1995), El lugar del Principio (1998), Jardín en Movimiento (2003) y Noche de San Juan (2008).
     El Gruñido es quizás sí el polo de mayor oscuridad del libro. Demarcado por las figuras del médico y el enfermo, sitiados y situados en el hospital, estos son los protagonistas de un sistema binario que lima toda aspereza y deformación con la forma simulada de la cura: y así cura memorias, lenguajes, infancias, todos ellos emperrados en hallar sentido en las oposiciones del mundo, pero que finalmente comprenden la vida está hecha de fuegos/ y de astillas que nunca volverán a su origen . El enfermo logra pronunciar, sin chistar, treinta y tres , y en la lógica del simulacro, está curado.
    Lo que corta esos simulacros es el lenguaje: acuchillar palabras, el sonido de un cuchillo atravesando la realidad , asi define el poeta su idioma en ocasiones. Si bien perdido en un hospital de espejos, un bosque de vértigos , el poeta posee el lenguaje y su lengua viperina. Su calidad de arma de doble filo es la que desnuda la crudeza del mundo, por un lado, pero por el otro lado abre al goce y a lo posible.
     Y a medida que avanzamos en los textos vemos los binomios partirse a dos aguas, oponerse, pero también ser redundantes, lograr la redundancia y anular así su angustia: el miedo es miedo, el dolor es dolor, la infancia es un globo rojo que reencontramos en la aurora cuando el sol es rojo .
     Y si todos los días el sol es rojo , y si aquí el peligro es todas las noches , entonces quizás la nostalgia y el lamento pueden dan lugar a sus opuestos, el goce presente y la celebración, sin que haya culpa o sinsentido. Si En el lugar del principio leemos La perfección sería/un cuerpo de manantiales./ / Un puro cuerpo muerto. , ya en Noche de San Juan nos encontramos con una transformación capaz de dar la buena nueva: en el exceso de la vida/ está la redención . Y el aire de la noche es, al mismo tiempo, fatal y divino .
     Y es claramente Noche de San Juan el polo más luminoso (y no hablo de rutilancia o belleza, pues todos los textos de esta antología tienen un tránsito de sutil luminosidad que conmueve y acompaña) en relación con El Gruñido . Lo que entonces se sospechaba como una dualidad indisoluble, una dolorosa trenza entre verdad y mentira, en la Noche de San Juan , renace como aquello que compone la vida: no hay mentira en la contradicción: la noche está llena de estrellas, como la noche de San Juan está llena de hogueras: la muerte es parte de la vida: el revés es un manantial más: la plenitud/ el vacío .
     El Gruñido y otros poemas, como antología, cumple con la importante labor de volver a poner en circulación una obra que ha merecido reconocimiento en su momento, pero que hoy merece relectura. Los libros, aunque las ediciones de poesía sean pequeñas, eventualmente se agotan y las obras de aquellos que escriben hoy o han escrito hace muy poco van quedando relegadas, olvidadas, sometidas a un presente editorial que no valora la construcción minuciosa de la poesía. Antologar una obra como la de Enrique, permite, en palabras de él, vislumbrar en la espesura, el sendero .
     Con bello y amoroso prólogo de Paulina Vinderman, la edición incluye además un cd con 20 poemas leídos por su autor.

No hay comentarios: